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Disoluciones reguladoras del pH


Las disoluciones reguladoras del pH, también conocidas como disoluciones amortiguadoras o buffers, son sistemas que ayudan a mantener el pH de una disolución relativamente estable, incluso cuando se añaden pequeñas cantidades de ácidos o bases. Estas disoluciones son esenciales en muchos procesos químicos, biológicos e industriales, ya que el pH puede afectar significativamente las reacciones químicas y la estabilidad de los compuestos.

Una disolución reguladora típica está formada por:
  • Un ácido débil y su base conjugada: Por ejemplo, ácido acético (CH₃COOH) y acetato de sodio (CH₃COONa).
  • Una base débil y su ácido conjugado: Por ejemplo, amoníaco (NH₃) y cloruro de amonio (NH₄Cl).

Estas combinaciones actúan como un sistema que puede neutralizar tanto los iones H⁺ (ácidos) como los iones OH⁻ (bases) que se añaden a la solución.

El pH de una solución reguladora se puede calcular utilizando la ecuación de Henderson-Hasselbalch, ecuación que aparece en el primero de los vídeos y para seleccionar la disolución reguladora idónea en torno a un pH, podéis este segundo vídeo.


Las disoluciones reguladoras del pH se emplean muchos campos de la Ciencia como son:
  • En bioquímica y biología: Mantienen el pH en fluidos biológicos como la sangre (pH ~7.4) y el citoplasma celular.
  • En la industria farmacéutica: Se utilizan para estabilizar medicamentos y garantizar su eficacia.
  • En laboratorios químicos: Son esenciales para realizar reacciones que requieren un pH específico.
  • En la industria alimentaria: Ayudan a controlar el pH en productos como bebidas y conservas.